domingo, 9 de enero de 2011

La Herencia Musical de Johann Sebastian Bach


Johan Sebastian Bach, a pesar de ser uno de los más grandes y prolíficos genios de la música europea, no alcanzó en vida el reconocimiento que habría merecido su obra. Ni en sus primeros años como organista e Muhlhausen y en Arnstadt, así como tampoco en la época al servicio del duque Weimar, donde estuvo 14 días en la cárcel. La genialidad de este músico y de sus obras, sólo se ha valorado en toda su dimensión a mediados del siglo XIX, debido a la interpretación de sus composiciones realizada por Felix Mendelssohn. Dentro de su herencia musical se pueden destacar las siguientes obras.
Las Obras Vocales
 Bach escribió una impresionante cantidad de obras corales: cantatas para todo el año litúrgico, pasiones para la época de cuaresma, se han conservado dos de esas composiciones: la Pasión según San Mateo y la Pasión según San Juan, oratorios de Semana Santa y Navidad, y muchas otras.
Existe, otra serie de obras de carácter humorístico y profano, como por ejemplo la graciosa Cantata del café, en la que un padre intentas quitarle a su hija la costumbre de beber ese oscuro brebaje; o la composición Mer hahn en neue Oberkeet, conocida como Cantata de los campesinos, que celebra en el más puro dialecto sajón la elección de un concejal. A ello se añaden varias piezas compuestas para bodas, cumpleaños y otras ocasiones festivas.
Un lugar especial la gran misa en si menor, una obra ¨católica¨ de inconfundible carácter proselitista: con esa versión de la liturgia latina, la más extensa junto a la Missa solemnis de Ludwig van Beethoven, Bach pretendía llamar la atención hacia su persona del príncipe elector sajón Federico Augusto II.
 Las Obras para Órgano
Johann Sebastian Bach escribió la mayoría de sus obras para órgano al principio de su carrera artística, sobre todo en los años que pasó en Weimar. Obras tan imponentes como la tocata y fuga dórica, el pasacalle y fuga en do menor y la muy popular tocata y fuga en re menor, junto a otras composiciones en las que  se muestra como uno de los más destacados virtuosos del órgano en su época.
Los preludios corales, son variaciones compuestas a partir de canciones del año eclesiástico, cuyo objetivo era ¨preparar¨ a los fieles para esas celebraciones. Esas conocidas melodías podían adoptar formas gigantescas, como ocurre en los movimientos que Bach  reunió bajo el título de Der Clavierubung dritter Theil (Para ejercitar el clave, tercera parte).
 La Música para Otros Instrumentos de Teclado
Cabe destacar que compuso música para otros instrumentos de teclado, pero ni las seis Franzosischen Suiten (Suites Francesas) ni sus hermanas mayores, las seis Englischen Suiten (Suites inglesas), contienen ningún indicio de características nacionales especiales. Bach las denominó, sencillamente, Suites pour clavecin (Suites para clavecín) o Suites pour clavecin avec préludes (Suites para clavecín con preludios). También las seis partitas son suites compuestas a partir de estilizados movimientos de danza.
Las Golderg-Variationen (variaciones Goldberg), sobre un tema del compositor Johann Gottlieb Goldberg, fueron escritas para un mecenas que padecía de insomnio.
 Finalmente, los dos volúmenes de das Wohltemperierte Klavier (el clave bien temperado) contienen cada uno de los veinticuatro preludios y fugas en todas las tonalidades mayores  y menores: un compendio que desde el siglo XIX se le denomina el ¨Antiguo Testamento¨ de los pianistas.
 La Música de Cámara
Johann Sebastian Bach, en Kothen fue  donde especialmente pudo ocuparse de la composición de música instrumental. Allí surgieron, las tres sonatas y las tres partitas  para violín solista, las cuales constituyen sin duda uno de los mayores desafíos  para un intérprete de este instrumento.
Por otra parte Bach dejo también seis Suites para violonchelo solista, y seis sonatas para violín y clavicémbalo. De esos mismos años data también una partita para flauta solista.
 Las Obras Orquestales
 Una gran celebridad alcanzaron los conciertos dedicados al margrave de Brandemburgo, los cuales presentan en un espacio relativamente breve, una gran variedad de formas y combinaciones instrumentales muy disímiles.
 A su lado están las cuatro suites para orquesta, en las que se hallan dos movimientos muy famosos en todo el mundo. El aria y la badinerie para flauta y orquesta (movimiento final de la suite en si menor)
Los Conciertos
Se ha perdido un número considerable de conciertos para instrumentos solistas y orquesta compuesto en los años en que Bach vivió en Kothen. De no ser por los conciertos para clavicémbalo, tendríamos que conformarnos con los dos conciertos para violín: en la menor) y en mi mayor, así como con el concierto para dos violines en re menor.  Esto hizo posible tener una noción aproximada de tal riqueza creativa, e incluso reconstruir alguna que otra obra original (por ejemplo, el concierto para violín y oboe).
En Leipzig vieron la luz también ocho conciertos para clavicémbalo solo, además de otras magníficas obras para dos, tres e incluso cuatro clavicémbalos.

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